lunes, 23 de abril de 2012

Una verdad

Una verdad nacida de una ilusión

persiguen desde hace siglos matemáticos y filósofos:

una verdad que nada dice del soplo de un copo de nieve,

o de la caricia de una hoja otoñal que me despierta

a recibir la magia del primer rayo de sol.

Aquella verdad nunca habló del alma:

siempre perdida dentro de los bastos terrenos de la cabeza,

de la estructura, de la búsqueda de explicaciones racionales

al canto del cisne en los ojos del roble

que cuenta sobre los gnomos que le hacen cosquillas

cuando el río ríe rimas.

Mis ojos miran el cielo

y perciben las millones de partículas de energía

que juegan a la mancha y saltan

de capullo en capullo

haciendo florecer amor

en los emocionados ojos de una nube risueña

mientras él trata de trazar límites y signos,

algoritmos y metodologías,

definir las paredes estrictas y exactas

de aquello que no es más que humo.

No los juzgo, perseguidores de la razón,

pero

¿cómo mostrarles que si le dan espacio al silencio

encontrarán a dios?



El viernes leí en un ciclo de poesía, una hermosa experiencia. Además toqué dos composiciones mías, y un tango con la hermosa poeta Alicia Pastore. Disfruté de la noche de Alejandro Castro también, y de la luz de su ensamble Miel de Caña. Agradezco a Gisela Galimi y a Marianiela Riera por haber abierto este espacio de comunión.

Este fue el último poema que leí, con él cerré la transformación que narré, una transformación que es el camino de un ser sin fe a un ser con fe.

Lo que olvidé fue homenajear a un maestro mío llamado Luis Alberto Spinetta, citando una frase de una bella canción que él ha compuesto, que guió mi exposición:

"Y deberás luchar, si quieres descubrir la fe."


A pesar de empezar por el último, luego comenzaré a subir todos los poemas en orden, (mi orden empieza por el final antes del primero, sí, como cualquier círculo, como los ciclos de la vida, como el tiempo que es circular, como todo, donde el principio es cualquiera y así el final, puesto que no hay ni principio ni fin.)


Y así fue como mi blog se vuelve a reabrir. Espero alguna vez ver estos poemas impresos en formato de libro, sería hermoso, y me encantaría que a la vez los puedan acompañar a todos los que transiten algo similar.


Mando un abrazo enorme, un beso dulce, y caricias suaves a todos ustedes.


Amor infinito,


Mantresha


P.D.: Ya contaré sobre mi nuevo nombre, que se pronunciaría Mantresh.

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