jueves, 28 de mayo de 2009

Mirada muerte

Este es el último poema que escribí :

Heredé el holocausto en
una de tus
caricias.
Lo sentí corriendo por mis venas,
atravesándolas,
llenándolas de tristes sabores.
Olores a pilas de cuerpos
sobre los cuales caminan
las almas de los desalmados.
Cuerpos devorados por
el olvido,
tan selectivo como siempre.

Nos subimos al bote,
navegamos el río
de sangre lentamente.
Nos detenemos -un ojo
nos mira
desde el fondo-.
Su muerta mirada
penetra mis tímpanos.

Caés en la trampa
mortal injusta.
Morís yo vivo.
Pero alcanzás a susurrar:
“nunca me olvides”.

1 comentarios:

chris cardozo dijo...

Bueno, dejame decirte que esto es bastante terrible. O sea... estás un poco tocado del marote, vamos a ser sinceros. Sin embargo, como todo lo terrible, está muy bueno si lo pensás y no caés en la facilidad de la interpretación... aunque la comparación con un Titanic a lo Tarantino es inevitable :P

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